El día del padre, que mejor regalo para un padre que disfrutar de su hobby con su hijo.
En vista del día que hace decidimos darnos una vueltecita con la bici, le propuse a alejandro hacer una rutita suave, de Loeches a Valverde de Alcalá pasando por Torres de la Alameda unos 25 Km. ida y vuelta, que por cierto no está nada mal para un niño de 9 años.
Cuando voy con Alejandro tengo que elegir rutas suaves, más vien llanas con algún repecho que otro pero sin subidas largas ya que su desarroyo físico y su edad no se lo permiten.
Nada más Iniciar la ruta primer repechón y el más duro del recorrido, al pajarín se le olvida hacer el cambio de desarroyo antes de iniciar la rampa y se atranca, pie al suelo y primera paradita (esto va a durar más que la obra del Escorial) plato pequeño y corona grande la que más se parece a una paellera, por fín repecho superado, de aquí a Torres cuatro repechitos sin importancia y alejandro empieza a disfrutar.
LLegamos a Torres, hasta Valverde falso llano y charlita entre padre e hijo. Una vez en el pueblo Alejandro espera a Ironman para que este pueda hacer la subida a los pinos (3Km. a una media del 7%) a tope. Una vez que papá quema el gusanillo de sentir como se sufre en una subida con plato grande, nos damos la vuelta y nos dirigimos hacia torres, ahora el falso llano se convierte en ligera bajada, todo un disfrute para Alex.
Una vez en Torres nos paramos en una panadería y me pide unos Donuts y una coca cola a medias, nos sentamos en un banco al solecito y el pájaro se comió los tres Donuts que trae la caja de una tacada, impresionante (después dice la madre que el niño no come).
Terminado el refrigerio, rumbo a Loeches, los repechos de la ida se convierten a la vuelta en un autentico placer.
Así termina una bonita jornada entre un viejo globero y el aprendiz de ciclista.
Un beso hijo.
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